Informe sobre los trabajos, fatigas y necesidades que los vecinos y miembros del Cabildo de Cartagena han vivido durante la conquista, pacificación y población de aquellas tierras.

Relación de las personas que fueron muertas por los indios durante la conquista y pacificación de la ciudad de Mompós.

Informe sobre cómo son tratados los indios en la Provincia de Cartagena por orden del Gobernador Heredia.

Solicitud para que se nombre al Teniente de Gobernación.

Descripción de la llegada y ataque de piratas franceses a la ciudad de Cartagena.

Carta del Cabildo de Cartagena, vecinos y conquistadores al Rey Carlos, para informarle sobre “nuestros trabajos y fatigas y necesidades, para que vistas en su Real Consejo de las Indias, se manden proveer e remediar, que son a mucha costa de nuestras haciendas y peligros de nuestras personas”, pues llegaron con el Gobernador Pedro de Heredia a conquistarla, pacificarla y poblarla, y para hacerlo “pusimos nuestras personas en peligro de muerte y … todavía los indios naturales de ella han muerto” y sacrificado a algunas personas de Mompós, en ellas a Juan de Ballesteros, sobrino del Gobernador Heredia, a Juan Durán, hijo del Contador Rodrigo Durán, Juan Romero, hijo de Pedro Romero y Alonso Gutiérrez, y a muchos otros, que por todos fueron 120 personas “de a pie e de caballo”, y respecto a los que los mandaron matar y sacrificar, “hasta ahora no se ha hecho justicia de ello, porque [e]l dicho Gobernador los tiene tan regalados y sobrellevados, que en todas las Indias no son tan bien tratados como aquí”. 
Como los negocios de estas tierras dependen de las conversaciones que se tienen con los indios y cómo se traen “a toda pacificación y amistad, y no siendo trabajados ni molestados, siendo como son bestias y gente de poca razón y pobres, que las tasaciones que les están tasadas no las cumplen porque no lo tienen, no se les hace vejación sobre ello, sino que dan lo que quieren, y si algún provecho de ellos tenemos es algún maíz y que nos cogen algunas aves y de lo que tienen con su voluntad” (I. 1). 
Informa que a esta ciudad llegaron “una noche antes de la víspera de Santiago, cuatro naos francesas e un pataje” y tuvieron tan buena ventura porque la costa que era brava “estaba tan sosegada, con una bonanza tal que con el pataje y las cuatro barcas, sin ser sentidos, echaron cuatrocientos y cincuenta hombres de guerra en tierra con tres banderas, y al cuarto del alba” entraron a la ciudad “diciendo Francia, Francia, guerra a fuego y a sangre”. Mataron solo a un hombre, “hirieron otros seis o siete, robaron todo el pueblo”, capturaron a los hombres y mujeres que no pudieron huir y “robaron la iglesia, hasta las campanas”. 
Le informan que trataron bien “la honra de las mujeres y de los prisioneros“ y se negoció un rescate del pueblo, pues “lo querían quemar”. 
Todo esta situación la “causó una carabela que venía de esos reinos, que publicó [y] dijo que vuestra majestad era casado con la princesa de Inglaterra, e que no había por la mar corsario ninguno, franceses ni otros, de cuya causa nos aseguramos” y pudieron hacer daño porque robaron “las perlas que iban del Cabo de la Vela para vuestra majestad, y la Yaguana, donde mataron a Peránzules peleando en la mar y Santa Marta”.
Informa que en la Armada llegaron las ordenanzas que el Rey “ha mandado hacer en lo tocante a los indios, …  fueron pregonadas y por toda esta ciudad vistas”, y esperan que el Rey “lo mandará remediar y dar la cédula a esta dicha gobernación para que sea oída en razón de lo susodicho, y que entretanto que se oye y ve y determina, mande suspender las dichas ordenanzas, o las que fueren perjudiciales a esta dicha gobernación”. 
Alonso de Montalbán, “nuestro Procurador, informará a vuestra majestad, al cual humildemente sea servido de le mandar oír y remediar el daño y agravio que recibimos” (I. (I. 2). 
Firmado por Jorge de Quintanilla, Alonso de Saavedra, Rodrigo Durán, Juan Velásquez, Alonso López de Ayala, Gonzalo Hernández, Diego León de Castillo y Sebastián de Porras. Porras (I. 3).