Solicitud del Teniente de la Armada Real al Gobernador para que ordene que no se cumpla la provisión de la Audiencia de Santa Fe que prohíbe a los indios cultivar yuca entre las siembras de maíz.
Razones por las cuales el cultivo de yuca y el casabe es muy importante para la alimentación no sólo de las personas de aquella ciudad y provincia, sino de las que viajan en la Armada Real y en las flotas mercantes.
Datos sobre las cantidades de personas que viajan en la Armada y en las flotas mercantes y llegan a Cartagena.
Orden del Gobernador para que se ponga esta petición junto con las otras del Cabildo de Cartagena relativas al tema de la siembra de yuca.

Carta presentada por el “Capitán Álvaro Flores, Teniente de General de la Armada de su majestad”, al Gobernador y Capitán General de la Provincia de Cartagena, don Pedro Fernández de Busto, ante el Escribano Mayor de aquella Gobernación, Alonso de Nava, fechada en Cartagena de las Indias, marzo 22 de 1576:

El Ilustre Capitán Flores, Teniente de la Armada que está a cargo del General Diego Flores de Valdés, “que al presente está surta en el puerto desta ciudad, por lo que toca al bien público y pro común e utilidad de la dicha Real Armada y de las demás que a este dicho puerto vienen y en nombre de los oficiales reales della y por lo que al servicio de Su majestad toca”, informa que ha tenido noticia que por orden del Gobernador de aquella provincia se pregonó en Cartagena una provisión emitida por la Audiencia de Santa Fe “en que por ella se manda, so graves penas, que no se siembren ni plante[n] entre las sementeras de maíz, yuca ninguna, de la cual se hace el casabi” (I. 24).
Por medio de esta carta “digo que vuestra merced la debe mandar obedecer pero no cumplir, por las causas y razones que della mesma se pueden colegir” y por otras que describe a continuación: 
Una, “porque la dicha provisión sería ganada a pedimiento de n[uestr]a parte, etc. 
Otra, porque si la mencionada provisión se cumple, “resultaría dello notable deservicio a su majestad, y daño y perjuicio grandísimo e irreparable a sus reales armadas, en especial a esta que es a mi cargo” por estar ordinariamente en este puerto y su costa, protegiéndola de corsarios y si faltase el casabe, “que es el principal mantenimiento, como es cosa clara … es manifiesto el daño que desto se seguiría porque totalmente morirían de hambre y la dicha armada se perdería y desharía y su majestad sería dello muy deservido”, pues en la mencionada armada vienen ordinariamente entre 500  y 1.000 personas (I. 25), y cuando hay flotas mercantes, puede haber hasta 2.000 personas, sin contar las que “acuden para ir y venir en las dichas flotas, así de ida como de venida, de manera que si el dicho casabe les faltase, no es posible repararse el daño que dello resultaría, porque las dichas armadas no se han de sustentar de tortilla de maíz”, y que al Gobernador le consta que no solo el casabe que se hace en Cartagena y sus inmediaciones es necesario, sino que en algunas ocasiones se debe traer en fragatas y por tierra de otros lugares.
Por todo lo anterior, el Capitán Álvaro Flores pide al Gobernador, “y si necesario es, le requiero las veces que de derecho ha lugar, no mande cumplir la dicha ejecutoria o provisión” hasta que este asunto se consulte con el Rey y su Consejo de Indias, para que provean lo que más convenga, “con protestación (I. 26) que hago, que si por no lo hacer así algún daño o inconveniente resultare en la dicha real armada y hacienda de su majestad, sea a cargo y culpa de vuestra merced”, y declara que suplica o protesta la mencionada provisión de la Audiencia ante el Rey y su Consejo. Firmado por Álvaro Flores. 

El Gobernador de la Provincia de Cartagena “mandó que se ponga esta petición con los demás autos hechos por parte de la ciudad y si quisiere testimonio, se le dé de todo”
Firmado por Pedro Fernández de Busto, Gobernador, ante Alonso de Nava, Escribano (I. 27).