Petición para que se provea artillería, armas y municiones, 200 soldados para su defensa, dos artilleros y atambores, 1.100 esclavos para la construcción de sus fortificaciones, limosnas para reconstruir las casas de los pobres quemadas por Drake, la Iglesia Catedral y los monasterios de Santo Domingo, San Agustín y Santa Isabel.

Carta de Bartolomé de Campuzano, Procurador General del Cabildo de Cartagena y su provincia, al Rey Felipe donde menciona que por varias peticiones le ha suplicado hacer merced a la ciudad de Cartagena y a sus vecinos “de las cosas que para el sustento y acrecentamiento suyo son menester y necesarias”, las cuales menciona en este documento, junto “con lo proveído a ellas por vuestra alteza”:
1. Solicitó “merced de artillería, pólvora, municiones, mosquetes, arcabuces y picas, convenientes para su defensa”, sobre lo cual se ha proveído “que se acordase adelante”, por ello, el Procurador suplica al Rey que “sea servido [de] proveerlo así, pues tanto importa” [registro A-CC-0044-03]. 
2. Solicitó “le haga merced [de] mandar se les envíen dos artilleros polvoristas y dos atambores, pagados de su real caja para el ministerio y beneficio de la guerra”, sobre lo cual se proveyó “que se oye”, por ello, el Procurador suplica “sea servido hacerle esta merced pues son tan necesarios” [registro A-CC-0044-06]. 
3. Solicitó “le hiciese merced de enviar … doscientos soldados con su capitán … pagados de la caja real” y que estén en el presidio de Cartagena, y que es conveniente que sean casados y se alojen en un cuartel exclusivo para ellos “en parte acomodada, donde se les puede hacer con brevedad casas de paja o palma, al uso de la tierra” y de esta forma estarán en la ciudad “y se quitarán muchas pesadumbres y inconvenientes que se podrán ofrecer con los vecinos sobre los alojamientos y otras cosas”, sobre lo cual se proveyó “se acuerde adelante”, por ello, el Procurador suplica “sea servido mandarlo hacer ansí, pues tanto importa” [registro A-CC-0044-04].
4. Solicitó hacerle merced a Cartagena “de mil licencias de esclavos negros para ayuda a la fortificación de ella y de cien esclavos negros para que trabajen en la obra de ella, como se hizo con La Habana”, y al finalizar las obras, “se vendan por bienes de su majestad”, sobre lo cual se proveyó “que se oye”, por ello el Procurador suplica “sea servido hacerle la merced que piden” [registro A-CC-0044-09].
5. Solicitó hacerle merced a los vecinos de Cartagena pues el inglés Drake “quemó y arruinó más de doscientas casas de vecinos, las cuales fueron de la gente más pobre, viudas y menores”, que como no tienen cómo reedificarlas piden merced para ello, “como lo hizo vuestra alteza con la ciudad de Cabo Verde, que le hizo merced de veinte e cinco mil ducados para su reedificación”, sobre lo cual se proveyó que “brevemente”, por ello el Procurador suplica “a vuestra alteza sea servido hacerles merced pues son tan pobres” [registro A-CC-0044-07].
6. Solicitó hacerle merced y limosna a la Iglesia Mayor, o Catedral de Cartagena, y a los monasterios de Santo Domingo, San Agustín y Santa Isabel de Beatas de la Orden de San Francisco , “para ayuda a reedificar y alzar lo caído y arruinado por los ingleses”, sobre lo cual se proveyó “que se oye”, por ello, el Procurador suplica les haga la mencionada “merced y limosna, atento a ser tan pobres como son” [registro A-CC-0044-08]. 
7. Para terminar, el Procurador Campuzano suplica al Rey Felipe otorgue las mercedes que se solicitan a la ciudad de Cartagena, “pues es tan en servicio de Dios nuestro señor y de su majestad el acrecentamiento de aquella ciudad, que los vecinos recibirán grandísimo bien, limosna y merced” (I. 19). 
En el último folio de este documento se encuentra el resumen de esta petición:
“La ciudad de Cartagena, refiere las peticiones pasadas y pide merced (I. 20).