Informe sobre lo afligidos que están los vecinos de Panamá y Cartagena por la posibilidad de que se cambie a otros puertos en Honduras la llegada y descarga la Flota de Tierra Firme. Solicitud para que se tome la decisión de cambie a otros puertos en Honduras la llegada y descarga la Flota de Tierra Firme, hasta que lleguen las personas que viajarán a la Corte.

Carta del Conde de Villar en la que informa al Rey Felipe que durante los días que estuvo en la ciudad de Panamá y en los que lleva en Cartagena, ha visto a sus vecinos “muy afligidos por haber tenido aviso de la Provincia de Honduras de que de nuevo se volvía a tratar de que se hiciese en ellas la descarga de las flotas que vienen de España a estas de Tierra Firme” y que como han suplicado al Rey que así lo ordenara, “se habían hecho e iban haciendo algunas diligencias cerca de ello”, y aunque los vecinos de estas ciudades “tienen por muy cierto que vuestra majestad no se servirá de mandar que pase adelante, ni tenga efecto la pretensión de la dicha provincia” porque el Rey sabe que con ello se haría mucho daño a estos reinos y que sería la “perdición … de sus provincias … han resuelto enviarlo (I. 1) a suplicar a vuestra majestad con particulares personas, avisos, relaciones y advertencias que entienden satisfarán a vuestra majestad” y pide que “hasta que lleguen las dichas personas y recaudos que envían, se suspenda el dicho negocio, [y que] sin oírlos, no se tome en él resolución alguna”.
También le dice que las mencionadas personas le han pedido que acompañe las informaciones destinadas a la Corte con esta carta, en la que suplica lo mismo a su majestad, y “deseando darles contento, por la gran firmeza y amor que muestran tener al servicio de vuestra majestad, me he atrevido a hacerlo … por ser cosa tan vista y sabida” que cuando el Rey ordena que se estudien “semejantes cosas y aún las de menos importancia” y se oigan a las partes, tanto en Panamá como en Cartagena ha “procurado entender este negocio… lo más que he podido, y lo haré el tiempo que en esta estuviere, para poder llevar y dar a vuestra majestad cuenta y aviso … con la verdad y puntualidad que debo” sobre este asunto y espera que lo que dice sea “de algún provecho” para que el Rey ordene lo que “más convenga a su servicio … y bien de los dichos sus reinos” (I. 2).
En el último folio dice que esta carta fue recibida en el Consejo de Indias el 29 de marzo de 1590, quienes recomiendan que se guarde “para cuando vengan estas personas” (I. 4).