Última voluntad de doña Catalina de Cabreros para fundar un monasterio de monjas de La Concepción, sujeto a la Orden de San Francisco, con su dinero.
Oposición del Obispo para fundar el monasterio de monjas que dejó ordenado doña Catalina de Cabreros y propuesta para utilizar ese dinero en el hospital de Cartagena.
Propuesta del Gobernador para que se funde una escuela de gramática para los jóvenes de Cartagena.

Copia del capítulo 13 de una instrucción del Cabildo de Cartagena enviada al Procurador Francisco de Juara, quien tiene poder para representar a la ciudad ante el Rey Felipe:
Le solicitan que suplique al Rey mandar “remediar una fuerza y agravio que el Obispo de este Obispado hace sobre querer mudar la última voluntad de la dicha Catalina Cabreros” [registro A-CC-003-02], pues según dice, no es conveniente que en Cartagena haya el monasterio que ella quería fundar, sino que se conmute por “otras obras pías, como a él le pareciere, lo cual, demás de ser contra derecho, es impedir el remedio y consuelo de tantas doncellas pobres como en esta ciudad hay y estorbar una obra de tanta caridad” para las personas devotas, y que el Cabildo de aquella ciudad se compromete a que se ponga por obra el dicho monasterio, “con lo cual se acabará en muy breves días”.
El Gobernador de la Provincia de Cartagena, “a quien nombró la dicha Catalina de Cabreros por patrón que es del dicho convento”, informa con mayor detalle sobre este asunto y suplica al Rey que envíe cédula ordenando “al dicho Obispo no se entremeta en ello” (I. 11).
En una nota de otra mano dice que esta información fue enviada al Secretario Ledesma, para que se revisen los capítulos 12 [registro A-CC-0063-02] y 13 de la mencionada instrucción del Cabildo de Cartagena, para que “la voluntad de Catalina se …. cumpla y el Obispo no lo impida”.
En otra nota dice: “Tráigase la carta del Gobernador de Cartagena y lo proveído de ella” [registro A-CG-0103-01], y que “Catalina de Cabreros, vecina de Cartagena, dejó 30 mil pesos para un monasterio de monjas Francisco. Patrón: el Gobernador que es y por tiempo fuere”.
El Obispo de aquella provincia quiere que no se haga el mencionado monasterio, y que este dinero se destine al hospital de Cartagena, y el Gobernador propone que se convierta “en un seminario para enseñar latinidad y lengua de indios a los estudiantes de la ciudad”.
En otra nota firmada por el Secretario Ledesma dice que la carta del Gobernador se presentó al Consejo de Indias, “y en ella solo está puesto el decreto que viene en el capítulo que está aquí dentro y no hallo proveída otra cosa”.
Recomienda que se otorgue “cédula real en conformidad de lo mandado” (I. 12).