Los soldados enviados por el Virrey del Perú mataron a los ingleses y a muchos de los negros que estaban en Nombre de Dios.
Concepto sobre la necesidad de las galeras en lugar de galeones para custodiar la costa.
Razones técnicas y diferencias entre esos tipos de embarcaciones.
Informa que las galeras se pueden construir en Tolú y detalles sobre el tamaño de los barcos, la tripulación y los remeros.
Materiales requeridos para la construcción de las galeras y lanchas para la guarda de la costa.
Informe sobre lo conveniente que es tener soldados de esas tierras en las galeras, por su experiencia y condiciones.
Tipo de comida para los tripulantes y forzados de las galeras.
Datos sobre el costo y tiempo en que se construirían las galeras y lanchas para la guarda de la costa.

Carta de don Pedro Fernández de Busto, Gobernador de la Provincia de Cartagena, sobre los varios asuntos.
1.Informa que del Nombre de Dios llegó la noticia de que los soldados enviados por el Virrey del Perú mataron a “todos los ingleses, que eran 36, y mucha cantidad de negros”.
2. Por una cédula enviada por el Rey Felipe fechada en junio 12 de 1576, el Rey le pide concepto sobre si será mejor tener galeras en la costa que galeones para la guarda de esas tierras, y después de averiguar con quienes entienden del tema, dice “que las galeras serán de más efecto” por las causas que se han expuesto en otras cartas, y porque “los galeones no pueden entrar en los bajíos y ensenadas donde los corsarios se meten y se esconden para hacer sus daños”, ubicados “entre las islas de Barú, la cabeza de Cativa en el río Chagre, sobre la barra de Veragua, en el escudo en el desaguadero de Nicaragua” (I. 1), y las goletas, por ser más pequeñas, si pueden.
3. Informa que en Tolú hay madera de cedro, “muy excelente” para construir navíos y bajeles que no se hunden, y adicionalmente, en esa villa vive un maestro que ha hecho muchas naves en Levante, y si “hubiese otro que le ayudase, las harán muy en breve”.
Para proteger la costa “bastaría que se hiciese una galera de veinte y dos bancos por banda, y otra de dieciocho o veinte, y dos lanchas o bergantines”, y que conviene que la tripulación de esas embarcaciones sean “negros, algunos ladinos y otros bozales” y latinos y para adiestrarlos, deberán venir de España “una docena de forzados”, y con dos que haya en cada remo sería suficiente.
4. Para construir estas galeras se requiere que se envíe de España la clavazón, lonas para las velas, estopas, brea y remos, pues la madera que hay en Tolú es muy pesada y es mejor tener remos hechos de la madera liviana que allí se utiliza. También conviene que “los soldados para estas galeras sean de los desta costa, por estar hechos al clima dél, que viniendo de España, la mudanza del temple y mantenimientos, los enferma y mata”.
También sería conveniente enviar los mantenimientos para los soldados desde España, quienes comen “bizcocho, vino, aceite, vinagre, garbanzo, haba, y arroz”, y para saber las cantidades, informa que en cada galera habrá 140 soldados y en cada bergantín o lancha, 20. La comida para los forzados es casabe y carne salada, y de ello “en esta tierra hay abundancia”.
Los maestros que harían las embarcaciones dicen que si se les da la clavazón, harán cada galera por 2.000 pesos de plata corriente, y cada bergantín o lancha por 300, y que las galeras deben traer “toldos alquitranados de jerga para los aguaceros”.
5. En la mencionada cédula, el Rey informa que no podrá pagar el costo de estas embarcaciones, y que se deberán cobrar derechos “en la segunda venta de las mercaderías, y que pagasen alguna cantidad los mercaderes y vecinos desta costa”.
6. El Gobernador sabe que las necesidades de su majestad son grandes, pero como los mercaderes y vecinos de Cartagena (I.2) tienen ganancias limitadas, y todos han “disminuido su principal” en los últimos años, el Gobernador le suplica que por todo lo que le ha servido a la Corona en los últimos 25 años, le permita “dar orden que haya crecimiento en el Almojarifazgo que en esta costa se paga a vuestra majestad” para que de ese rubro se paguen las galeras, y que no se impongan nuevos impuestos.
7. El gasto que tendrán las dos galeras, “proveyéndose algunos de los mantenimientos de esas partes”, será de 25.000 pesos de plata corriente. Los oficiales y proveedores podrán ser escogidos en la Provincia de Cartagena, con lo cual la Corona ahorrará mucho dinero, y para trabajar en ellas, recomienda a Martín Pérez de Olazábal como proveedor de esas galeras, pues ha servido al Rey “con mucho cuidado como buen criado” (I. 4).