Entrega de bienes de difuntos a herederos.

Doña Isabel de Bracamonte y doña Ana de Peñalosa informan al Rey Carlos que su hermano Juan de Peñalosa, Escribano de Minas de la Provincia de Cartagena, ha fallecido en esas tierras, y “que los bienes que le quedaron les (I. 204) pertenecen”, por ello le solicitan que se envíen a la Casa de la Contratación de las Indias, para que allí se los entreguen. El Rey ordena al Gobernador o Juez de Residencia, o a las Justicias de esa provincia “que os informéis y sepáis qué bienes de oro y plata y otras cosas quedaron en esa tierra del dicho Juan de Peñalosa y los saquéis de poder de cualesquier personas que los tuvieren”, y con el testamento y otras escrituras de esos bienes, los envíen a la Casa de Contratación de Sevilla para que los oficiales entreguen a sus herederos lo que les pertenece (I. 205).