Envío de bienes de difuntos a España. Entrega de bienes de difuntos a herederos.

Catalina del Campo, vecina de la ciudad de Rodrigo, “por sí y como curadora de la persona y bienes de Pero Sánchez, e de Ana, e Lucía del Campo, sus hijos, e de Sebastián García, su marido, vecino que fue de la dicha Ciudad, ya difunto”, ha informado al Príncipe Felipe, que Sebastián García, su marido pasó de España a las Indias, donde residió en las ciudades de Panamá y Nombre de Dios, pero por ser casado, el Gobernador de la Provincia de Tierra Firme “le prendió y echó fuera de la tierra, y habiendo venido a esa ciudad de Cartagena, falleció en ella”, dejando por testamentarios a Gerónimo Rodríguez, vecino de Cartagena, y a Martín Ruiz de Marchena, residente en Panamá, donde dejó que dejó “muchos bienes y hacienda, muebles y raíces y semovientes, oro y plata, derechos y aucciones en cantidad de más de quince mil pesos”, y aunque falleció hace más de un año, “no se ha enviado testamento ni otra razón alguna de sus bienes”, los cuales todos le pertenecen a ella y a sus hijos, por lo que le suplica ordenar que saquen los bienes de quienes los tengan, los envíen a la Casa de la Contratación de Sevilla para que se los entreguen. El Príncipe ordena a los Gobernadores de las provincias de Cartagena y Tierra Firme, y a las demás justicias de esas tierras, que averigüen “qué bienes, oro y plata y otras cosas quedaron en esas provincias del dicho Sebastián García”, los recuperen (I. 249) de las personas que los tengan, y con el testamento y otras escrituras, los envíen a la Casa de la Contratación de las Indias, para que allí se entreguen a quienes correspondan, y si alguien reclama derechos sobre ellos, hagan sobre ello justicia (I. 250).