Merced y orden para comprar ornamentos para la iglesia de la villa de María.

Juan de Oribe, en nombre de la ciudad y Provincia de Cartagena, ha informado al Rey Carlos y a su hija Juana, Princesa de Portugal y Gobernadora de España, que la iglesia de la villa de María de esa provincia es muy pobre, “a cuya causa en el servicio del Culto Divino hay gran falta, especialmente de ornamentos” y requiere de ayuda, por lo cual les suplica en su nombre, que para comprar los ornamentos “hiciese merced y limosna a la dicha iglesia de la cantidad que fuese servido”. La Princesa Juana (I. 273) hace merced a la iglesia, y ordena a los oficiales de la Casa de la Contratación de las Indias de Sevilla que le den 150 pesos de oro “para ayuda a comprar los dichos ornamentos, de bienes de difuntos que en esa Casa al presente hobiere o a ella vinieren”, que no tengan herederos, y los envíen al Consejo, justicia y Regidores de la villa de María “para ayuda a comprar los dichos ornamentos” de su iglesia y no para otra cosa, y que la persona que los lleve envíe relación de la entrega, y que el pago se registre en cuentas (I. 274).