Licencia a una viuda para viajar a España con sus hijos y su hacienda.

Ana de las Alas, viuda del Capitán Tristán de Oribe Salazar y vecina de Cartagena, ha informado al Rey Felipe que “por haber muerto ahí el dicho su marido, desgraciadamente se querría venir a estos reinos con sus hijos y hacienda a vivir entre los padres, hermanos y deudos del dicho su marido y suyos”, por lo cual le suplica mandar que no le impidan hacer el dicho viaje. El Rey ordena a don Pedro de Acuña, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Cartagena, o a la persona que estuviere a cargo del gobierno de esas tierras, que permita que doña Ana de las Alas viaje “con sus hijos libremente sin impedírselo ni consentir que se le impida, y pueda traer su hacienda, no habiendo embargo ni impedimento en ello” (I. 364).